martes, 23 de septiembre de 2014

Cupcakes de plátano y mantequilla de cacahuete con chocolate

¡Hola!

Otra vez estoy por aquí :)

Espero publicar así de a menudo, ¡prometo que lo voy a intentar! Este fin de semana hice unos cupcakes y recordé lo que me gusta hacerlos y lo que me relaja. Qué pena estar todo el día con mil obligaciones y no tener tiempo para lo que nos gusta, ¿verdad? ¿Alguna de vosotras se siente así también?

Eso sí, los cupcakes tuve que prepararlos a cámara lenta y cual robocop, porque determinados movimientos con el brazo izquierdo no los puedo hacer.

¡Mirad qué pinta!

Este fin de semana me he aburrido un montonazo. Creo que os comenté que esta semana pasada estuve de baja y sólo salía a la calle para ir a rehabilitación. Pero tanto el sábado como el domingo no tuve fisioterapia. Así que, por intentar pensar en otra cosa que no fuera lo que me duele el cuello y los mareos que me vienen de vez en cuando, ¡me puse a decorar una libreta para convertirla en agenda! Os voy a enseñar lo que llevo, ¿vale?

(No, no se me ha olvidado que mi blog es de repostería, pero me hace ilusión que la veáis ^^).


Esta es la portada :D
 

En la primera página pongo mis datos por si algún día la perdiera (¡que espero que no!)

Así empezará el mes de octubre (en la parte de la izquierda tengo que dibujar el nombre del mes y me falta también poner los separadores)
Y esta sería una semana de octubre

¿Os ha gustado? Yo estaba ayer súper emocionada, me sentía una quinceañera total. De hecho, hablé con mi prima de 13 años (que justo hoy cumple los 14. ¡felicidades!), para quedar un día a decorar nuestras agendas jajajaja. Sí, lo sé, es súper infantil, pero me encanta :D. En mi época de instituto, no es por ponerme, pero mis agendas siempre eran las más chulas. De hecho, eran más cualquier otra cosa que una agenda escolar, porque estaban llenas de frases "filosóficas", letras de canciones, dibujos, pegatinas, y dedicatorias de mis compañeros de clase (las famosas "eres una tia genial, nunca cambies!"). Lo mismo, con suerte, en alguna esquinita de la agenda se podía leer "examen de Historia" o "inglés pag.36 ejerc. del 1 al 5", pero eso era lo menos común jajajaja.

En mi emoción agendera, me puse a comprar dos millones de pegatinas en aliexpress como si no hubiera un mañana y, como estoy pava perdida, he comprado pegatinas hasta repetidas V_V. Así que nada, supongo que haré un próximo mini sorteo en Facebook de aquí a 200 días, porque anda que no tardan las cosas de China en llegar...

En fin, vamos con los cupcakes, ¿no?



La receta está sacada de esta de Sally's baking addiction, aunque yo le he hecho algunos cambios

Ingredientes (18 cupcakes):

Para el bizcocho:

· Tres plátanos
· 125 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
· 100 g de azúcar moreno
· 150 g de azúcar granulado
· Tres huevos tamaño L
· Una cucharada de extracto de vainilla 
· 250 g de harina
· Una cucharadita de levadura
· Una cucharadita de canela
· Una cucharadita de sal 
· 120 ml de buttermilk *
 
Para la cobertura de chocolate:

· 115 g de mantequilla a temperatura ambiente
· 25 ml de nata para montar
· 210 g azucar glas
· Una cucharada de cacao en polvo

· Una cucharadita de extracto de vainilla

Para la cobertura de mantequilla de cacahuete:

· 150 g de mantequilla de cacahuete
· 60 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
· 120 g azucar glas
· 25 ml de nata para montar

* La buttermilk no es más que  "suero de leche" (no sé vosotras, pero yo me quedé igual cuando lo leí). Por suerte, Bea de El Rincón de Bea explica aquí estupendamente como hacer una buttermilk casera, así que no tiene mayor problema :).


¡Vamos a empezar!
 
Precalentamos el horno a 180º.  

En un bol, mezclamos los ingredientes secos: harina, levadura, canela y sal. Reservamos.

En otro bol, mezclamos la mantequilla con los dos tipos de azúcar durante unos tres minutos hasta que tengamos una mezcla súper cremosa. Añadimos los huevos, uno a uno, y batimos siempre después de cada adicción.  Cortamos los plátanos en trocitos muy pequeños y los añadimos junto al extracto de vainilla.

Lentamente, añadimos los ingredientes secos a los húmedos y seguimos batiendo. Por último, añadimos la buttermilk y segumimos batiendo hasta que tengamos una mezcla homogénea. Según Sally, la masa que obtenemos tiene que tener "grumos". Os enseño la mia como quedó: 


(la masa me olía una barbaridad a papilla)

 Os dejo también una foto de mi buttermilk, aunque tenéis que fijaros muuuuy mucho para daros cuenta de que la leche está un poco como "cortada":


Sólo nos queda preparar las cápsulas para cupcakes en el molde, llenarlas 1/3 y dejarlas hornear durante poco más de 15 minutos, o hasta que al meter un palillo en mitad del cupcake éste salga limpio. 

Importante: hay que dejar enfriar los cupcakes antes de ponerle la cobertura.

Para hacer los dos tipos de cobertura, antes de nada monté 50 ml de nata líquida, porque tanto el frosting de chocolate como el de mantequilla de cacahuete llevan. 

Así que montamos la nata con azúcar glas a nuestro gusto y la reservamos (mejor si la dejamos en la nevera mientras preparamos las otras dos).
  Para el frosting chocolate:

Mezclamos en un bol el azúcar glas con el cacao y reservamos. Batimos en otro bol la mantequilla hasta que tengamos una crema de apariencia suave y añadimos el azúcar y el cacao lentamente sin parar de batir, alternando con la mitad de la nata que hemos montado (yo lo hice a ojo). Ya tenemos el frosting de chocolate. Reservamos :)

Para el frosting cacahuete:

Mezclamos la mantequilla "normal" con la mantequilla de cacahuete. Añadimos el azúcar glas y seguimos batiendo. Por último, incorporamos la nata montada y no paramos hasta que todos los ingredientes estén combinados.



Para decorar con las dos cremas a la vez, lo que hice fue meter a ambas coberturas en la misma manga pastelera. Lógicamente, no me salió una división perfecta:
 
                               
 y, de hecho, mi primer cupcake salió integramente de chocolate mientras que los últimos sólo llevaban mantequilla de cacahuete:


Aún así, ya sea con chocolate, cacahuete, o con las dos, ¡estos cupcakes están riquísimos! Animaos a hacerlos y me contáis, ¿vale? Incluso si no os hace mucha gracias la mantequilla de cacahuete, con la nata se suaviza un montón el sabor y tiene un toque salado que es genial :D



Me despido ya por hoy, ¡que últimamente hago unos posts demasiado largos!

¡Un beso enorme! 



viernes, 19 de septiembre de 2014

Galletas Frozen con papel de azúcar

¡Hola!

Cuantísimo tiempo que no me paso por aquí, ¿verdad? ¡qué pena! He echado muchísimo de menos el blog, así que os explico por qué no he podido escribir nada.

Primero, cualquiera que me siguiera sabrá que mi vida es un estrés contínuo en el que hago mil cosas. Antes de este verano, aparte de trabajar a 60 km de casa, también estudiaba ruso (6 horas a la semana); daba clases de inglés particulares (otras 6 horas); soñaba con montar mi propia empresa e invertía horas buscando proveedores, productos posibles locales...; vendía maquillaje de Bottega Verde (Avon a lo italiano) y hacía malabares para poder ver a mi familia, amigos y novio. Entre tanto, intentaba cocinar cuando tenía un hueco y siempre y cuando a mi madre no le molestara que le ocupara la cocina (lo cual me limitaba también bastante, todo hay que decirlo).

Llegó un punto en el que me agobié y decidí que tenía que dejar cosas. Así, en junio, terminé de dar clases particulares, las clases de ruso finalizaron, aparqué mi sueño de convertirme en autónoma y dejé de ser distribuidora de BV (total, el beneficio era cuatro cremas gratis y dos duros y medio). Me dediqué unas semanas a no hacer nada y a ordenar mi cuarto, que entre tanto estrés parecía una leonera y una chica fanática del Reiki que conocí gracias a Blablacar (hasta marzo que pude comprarme un coche usaba este servicio casi diariamente para ir a trabajar), me comentó que "el desorden de tu habitación se refleja en tu vida. Si el caos reina en tu cuarto, de igual manera lo hará en tu día a día". Así que me creó tal remordimiento de conciencia que para alegría de mi madre arreglé el cuarto de abajo a arriba. Pero las semanas de relax me duraron más bien poco. De hecho, mi tio (al que le daba clases de inglés, junto a mi prima), cuando le comenté que no podía seguir dándoles clases de inglés porque estaba estresada y quería descansar un poco me dijo "yo te conozco y en cuanto tengas algo de tiempo libre, ya buscarás con qué llenarlo".

Y así fue xD.

En julio, me presenté a un examen psicotécnico para poder acceder a las becas de internacionalización del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Pasé este primer examen y la próxima prueba la tuve el pasado 6 de septiembre, que consistió en un examen escrito y otro oral de inglés. Esa semana fue un poco caos: el día 4 tenía la recuperación de mi examen escrito de ruso, el día 5 tenía que ir en coche hasta Alcalá de Guadaira y el día 6 hacía el examen por la mañana y a la tarde volvía a Málaga. Así que me tiré medio mes de agosto estudiando ruso e inglés sin parar (aparte de trabajar), y por eso ni aparecí ni por aquí ni por Facebook.

Y bueno, por suerte, mi examen de ruso lo aprobé (¡¡¡¡¡ya tengo el B1!!!!). Pero me he quedado a las puertas de la beca del ICEX. Aprobé el examen de inglés, pero tenía que quedar entre los 400 mejores (eramos 900 a nivel nacional los que nos presentamos). Así que nada :(.

Y diréis... bueno, pero por lo menos tienes el título de ruso, te puedes consolar con que aprobaste el inglés y ya has terminado todo y puedes descansar ¿no? Pues no. El pasado viernes 12 - cumpleaños de mi hermano - iba yo en el coche con mi novio por el centro de Málaga y un camión invadió mi carril y me llevó por delante :(. Por suerte, al ser en ciudad, ninguno de los dos conductores ibamos rápido, pero el camión era un súper camión con container (se dirigía al puerto) y me destrozó toda la parte izquierda de mi coche. Fue una experiencia bastante desagradable porque, al ser tan grande, no se dio cuenta de que me estaba arrrastrando - por mucho que yo pité - hasta que me pegó a la acera y él no pudo avanzar. Aparte de los daños a mi pobre coche - que compré a finales de marzo, ni seis meses llevo con él :( -, tengo la curva cervical rectificada, por lo que me espera mínimo un mes de rehabilitación por delante y por lo pronto he tenido que pedir una semana de baja en el trabajo - que espero que no se amplíe mucho más, porque no está la cosa como para que una se coja la baja mucho tiempo.... -. Total, un rollazo :'(. Pero "gracias" a que sólo salgo de casa para la rehabilitación, tengo tiempo suficiente para contaros ahora todo esto.


Porque lo confieso, me aburro muchíiiiiiiiiiiisimo sentada en el sofá de mi casa, con un dolor de cuello que me impide hacer casi de todo y encima con tres Diazepan diarios que me tomo que me dejan cual abuelilla que se duerme con la tele puesta (y se despierta cuando la apagan).

Eso sí, ya tengo mis 1.200 planes para cuando me mejore. Mi padre y mi novio se enfadan conmigo porque dicen que nunca descanso y que debería aprovechar este semana para relajarme. Pero no sé hacer eso.


De hecho, estoy deseando que se me pase este dolor y poder ir a trabajar, poder empezar 4º de ruso (pensaba tomarme un descanso este año, pero impartirá las clases la misma profesora que tuve en 1º y que me encanta, así que no puedo decir que no), también quiero comenzar en octubre el curso de "Community manager" de la Fundación UNED y, si todo sale bien, en noviembre quiero mudarme con mi novio, lo cual quiere decir que ahora SÍ PODRÉ cocinar ¡¡cuando yo quiera!!! :D Además, he encontrado una chica bielorrusa súper apañada con la que voy a hacer intercambio ruso - inglés un par de veces a la semana y, si sigo en mi trabajo - ya mismo me termina el contrato, así que rezad por mí, por fa, ¡que quiero seguir! - asistiré a clases de conversación en inglés porque, en teoría, ahora tengo un B2 pero quiero ganar soltura y confianza en mi speaking. ¡Ah! y se me olvidaba. Apuntarme al gimnasio también es una de mis prioridades jajajaja. Total, que de nuevo tengo mil cosas que hacer. Pero como esta vez me gustan TODAS, supongo que entre mi motivación, una caja de vitaminas que me debería comprar, y una súper agenda bien organizada me dará tiempo de hacer todo ^^.


Bueno, pues vamos a lo que vamos, ¿no? Qué alegría tener un blog para desahogarse, ¡pero en teoría esta publicación va sobre galletas de Frozen!


El pasado 17 de agosto fue el cumple de mi ahijada. El año pasado no pude regalarle nada porque estaba fatal tanto de tiempo como de dinero y, aunque este año no es que vaya mejor la cosa jajaja, le prometí que iba a hacerle unas galletas y un tarta de Frozen.

Para las galletas ya habéis visto que no me compliqué mucho.


*** Si queréis descargaros las imágenes que imprimí en papel de azúcar, haced click aquí y aquí (son dos documentos) Cada imagen mide 5 cm de diámetro***

A la fiesta de cumpleaños iban a asistir unos 15 niños, pero horneé algo menos de 30 galletas redondas porque contaba con que no todas iban a salir bonitas:


Luego, amasé fondant blanco y usé un cortador con ondas. Con un pincel y un poco de agua, pegué el fondant a la galleta. Por último recorté la imagen impresa en papel de azúcar y la pequé al fondant con un poco de mantequilla:



Para los pequeños adornos que hice en el fondant, usé diferentes boquillas. Entre ellas, la 2, la 16, la 66 y la 225.

Esta en concreto es la 225. Y, la de arriba, la de Olaf, la 2.
  
Luego metí las galletas en una bolsita de plástico y a volar :)
 
Para el adorno del fondant usé la boquilla 16. Para mí, la que queda más chula



Para la tarta, mi idea principal era forrarla de fondant y dibujar encima con colorantes y pincel (me encanta esa técnica), pero coincidió con que el cumpleaños se celebraba un lunes y yo el domingo anterior tenía que estar 11 horas fuera de mi casa (ocho trabajando, una para el descanso de la comida y casi dos horas para ir y volver en coche); y, para más inri, el lunes por la mañana también trabajaba, así que tenía que ser algo rápido.

Ya que tenía que ir hasta el centro de Málaga para imprimir el papel de azúcar de las galletas, decidí que la parte de arriba de la tarta también llevaría una impresión. Elegí una imagen de Elsa con la mayor calidad posible y escribí con Photoshop el mensaje (que me dio un lio tremendo, porque no encontraba la fuente original de la película y tuve que "crearla" yo a través de relieve, trazo y demás opciones hasta que conseguí una letra parecida).

Fue un poco caos porque el día del cumpleaños aún no tenía la tarta terminada, porque me daba miedo finalizarla y que en el trayecto en coche se estropeara, así que tuve que acabarla en la fiesta. Imagiraros, sal de trabajar y desde Marbella ve hacia Málaga (60 km), come y dúchate a contrarreloj, sal con las galletas, la tarta, la impresión de azúcar, la nata, el mascarpone, el azúcar glas, la batidora y sus barillas, la manga pastelera, la boquilla y rezando para que no se te olvide nada. Tírale a Cártama (20 km) deseando que por favor no se te haya olvidado nada y a 70 por hora, no vaya a ser que en una curva la tarta se te vaya a caer del asiento. Llega al cumpleaños, que tienes que ir y volver dos veces al coche para llevar todo poco a poco y ponte en el rincón más alejado posible para no quedar como una "cutre" que no es capaz de terminar las cosas a tiempo y, sobre todo, para huir de los niños y que no se te acerquen con sus "¡¿qué estás haciendo?! ¡¿te podemos ayudar?!". A todo esto, tú con la presión de que esa nata se te monte bien y que no se derrita luego en tus manos mientras haces los rosetones (que ya os digo yo que se derrite, ley repostera de Murphy). Termina la tarta, y corre a esconderla antes de que algún pequeño le meta el dedo y haz la foto donde puedas (poyete de la mini cocina del local, en este caso).


Total, tanto estrés para que luego le claven tres velas cual banderillas, los adultos digan lo bien hecha que está - algunos con más sinceridad que otros - pero que a los más pequeños les encante, que es lo que más vale la pena. Que seas la prima "guay", la que hace esas galletas tan chulas, y que te pidan con esos ojillos que no te puedes negar a nada que para su cumple les hagas unas iguales, o de Peppa Pig. Y por supuesto que las haré :D



Por cierto, la tarta era de mora y nata y el bizcocho llevaba canela.



Y me despido por hoy, ¡que creo que bastante he escrito!

Espero no tardar tanto para la próxima publicación, ¡a ver si mi cuello se cura pronto!


Un besazo a todos :)