jueves, 27 de diciembre de 2012

Galletas de limón!



¡¡Hola!!

¿Qué tal estáis? Estas semanas he andado bastante liada entre exámenes y que apenas he parado por casa, ¡pero ya estoy aquí!



Antes de nada, ¡Feliz Navidad! Espero que Papá Noel os trajera muchos regalitos y que hayáis pasado unos días geniales con vuestra familia ^^.

 

¡Empiezo a contaros mi vida! Este finde pasado he tenido un mono exagerado de cocinar algo, ¡lo que fuera! Galletas, cupcakes o bizcocho, cualquier cosa me hubiera servido, ya que no hacía nada desde los cupcakes que puse en el último post. Entonces me emocioné y tuve una idea de repostera motivada que soy: hacer una especie de "catering" para Nochebuena para maravillar a mi familia, en plan con galletas y cupcakes de distintos sabores y colores, rollo así:



(Esta foto la he encontrado por google y es del blog de esta chica. La verdad que lo he visto por encima y está muy curioso)



Lo único que luego abandoné la idea, ya entenderéis por qué...





Empezamos. Para la masa de las galletas he seguido la receta de El Rincón de Bea, y como "aroma" exprimí medio limón, porque siempre he hecho la receta con aroma de vainilla y quería probar otro sabor. Mi idea principal era hacer galletas de limón con forma de estrella y luego hacer más de vainilla y utilizar con ellas un cortador con forma de árbol de Navidad.

 
mi cortador de estrella navideña ^^
lo ideal es que aprovechemos la masa lo máximo posible
juntamos todo lo que sobra...
¡y seguimos amasando!


A la hora de amasar, tenéis que estar atentos y procurar que las galletas tengan el mismo tamaño. Si no, cada galleta se hará en un tiempo diferente (con el riesgo de que algunas se quemen y/o que otras se queden crudas). Además, si hacéis las galletas con más masa de la cuenta, puede que se os deformen un poco. Aquí os dejo una foto en la que se ven cuatro galletas de la misma hornada:



Las de la izquierda tienen tamaño "normal" y las de la derecha son más grandes de la cuenta







Si dejáis la masa en la nevera un buen rato antes de manipularla, lo bueno es que al utilizar el cortador la masa se quedará pegada y será más fácil separar los trozos, como pasa en esta foto:



mi bandeja preparada

Cuando amasemos, tenemos que tener en cuenta que los bordes quedan muy finitos a veces y que no nos sirven para hacer las galletas (se os quemarán en nada).


ejemplo de borde finito




Una vez terminadas las galletas, ¡sólo queda decorarlas! La verdad que es algo opcional, porque las galletas ya están súper buenas por sí solas, pero como yo me encabezoné con que quería hacer algo "especial" me puse manos a la obra con la glasa. La glasa también la saqué de El Rincón de Bea, pero quiero empezar a investigar y hacer otro tipo de glasas (con merengue en polvo, por ejemplo), porque no estoy del todo contenta con la glasa que me sale. El cremor tártaro no lo usé porque no tengo (ni me he preocupado en buscar), y como sabor le añadí el jugo de la mitad restante del limón.

  
comprobando que la consistencia sea la apropiada

Como en las anteriores ocasiones he usado un aroma de vainilla que le daba un color parecido al del caramelo a la glasa; al usar esta vez el limón como acompañante, la glasa (por fin) se me quedó color blanca así que decidí delinear algunas galletas sin usar ningún tipo de colorante:



 


Como no puede ser de otra manera, en mitad de mi emoción delineadora, se me rompió la manga pastelera :(



Limpié el estropicio y seguí con el colorante líquido azul. Con él me tiré un buen rato haciendo puntos y rallitas.







La parte izquierda de esta galleta me recueda al 'Atomium'




Con el colorante amarillo me amargué un poco... porque por más que echaba, ¡ese color amarillo plátano no cambiaba!




La cosa es que estaba tan metida en dibujar y demás que no me di cuenta de que llené toda la mesa de galletas. Y ya que había empezado... ¡tenía que pintar todas!





Para estas galletas usé una técnica que vi en youtube y que me llamó bastante la atención porque es muy fácil. El problema fue que estaba tan cansada que ni me preocupé en hacer bien las circunferencias y, además, como los colorantes no son lo mejor del mundo, no quedó tan chulo como las flores del video.




Y con la tonteria... ¡estuve más de 6 horas en la cocina! Me puse a hornear más y más galletas, a pintarlas, a probar cosas, a investigar... y se me echó el tiempo encima. Acabé súper cansada, con un dolor de espalda que me ha durado varios días y con ganas de no ver más galletas en varios días (esto último se me pasó pronto jajaja).


¿Cuántas galletas contáis? ¡Sí, más de 70! ¡¡Y tenía dos platos más llenos!!

Por eso, al final me negué a hacer más cosas para Nochebuena y sólo llevé las galletas. Aún así, a todos les encantaron como sabían y me las alabaron muchísimo (¡y eso que aún me queda bastante por aprender!), por lo que al final el esfuerzo valió la pena.



¡Y nada más! He tardado en publicar pero con todo lo que he puesto hoy tenéis lectura para rato. ¡Os dejo con más galletas!


¡Besitos!







uno de los platos que llené con galletas :)

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